REGALO

El mejor viaje, el mejor viste empezó al verla, querer hablarle y saber en el fondo que es un alma gemela, no sé si será o no la mujer de mi vida, pero se que todo el viaje de ahí en adelante fue mágico. Lo europeo, lo asiático, la comida, los paisajes, las historias, los largos recorridos, las historias, el olor a mezquita, (nada rico la verdad) el delicioso y siempre cargado sabor a café turco y el inconfundible y siempre palpable sabor a té de frutos turco.
Pero sin lugar a dudas las horas de seguir derecho, sin dormir por hablar con ella y el sentir como se inflaba y a hoy luego de todo lo que pasó, ha pasado y sin temor a equivocarme pasará; Se seguirá inflando el corazón de gozo, alegría, gratitud cada vez que la piense.